
El domingo la orilla del Manzanares se tiñó de morado. Más de once mil personas acompañaron a Pablo Iglesias, Ada Colau, Íñigo Errejón, Carolina Bescansa, Rafa Mayoral, Tania Sánchez, Pablo Bustinduy e Irene Montero, para llenar de ilusión y esperanza una Caja que fue más mágica que nunca. Salieron al escenario entre calurosos aplausos y al grito de ‘remontada, remontada, presidente, presidente’. Tania dio las gracias a quienes sacrifican su tiempo libre luchando para hacer posible la campaña, la remontada y un momento histórico. Irene habló de las gentes de Podemos, las gentes decentes que con cariño y esfuerzo han gestado un nuevo país donde ‘nuestras vidas valen demasiado para dejarlas en manos de los de arriba y podemos construir un futuro digno para todas y para todos’. Rafa Mayoral recordó que ‘los poderosos le temen a un pueblo que se está sacudiendo el miedo’. Y como decía Benedetti ‘defendemos la alegría como un destino, defendemos la alegría como una certeza, defendemos al alegría como un derecho’. Carolina pidió ganar, nos sobran las razones para no volver a ser ese país excluido y condenado a la pobreza. ‘El 15 de mayo la gente salió a la calle y dijo que eso no era democracia. Descubrimos que si no hacemos nosotros la política te la hacen, que si no nos empoderábamos no íbamos a poder salir de la espiral en la que nos encontrábamos. Era imprescindible que la gente volviera a las instituciones y queríamos que los que nos habían metido en este lio se fueran’. Errejón contó un nuevo caso de violencia machista ante la que no hay que dar ni un paso atrás. Prometió no fallar a la ciudadanía comprometida, estar a la altura de nuestros mayores, del pueblo que sabe que se puede ganar y reconstruir un acuerdo que no deje a nadie atrás.
Para Ada estar en la Caja Mágica significaba volver a un Madrid valiente y lleno de dignidad, al Madrid de las mareas, del 15M, al Madrid donde se siente en casa. Un Madrid que puede volver a ser la capital de un país del siglo XXI lejos del autoritarismo. Recordó cómo el día anterior en una sala de Badalona llena de esperanza, emoción, alegría y fuerza como La Caja Mágica, hablaban de los adversarios políticos que sin argumentos dicen que no tenemos experiencia. Y efectivamente, ‘tenemos cero experiencia en puertas giratorias, en pisotear y humillar a la población como han hecho quienes han saqueado el país frente a una larga trayectoria para defender la Sanidad, la Educación pública y los servicios de la ciudadanía en la que sí, sí tenemos una larga experiencia’. Pablo Iglesias habló de los alcaldes y alcaldesas del cambio, de cómo cuando gobierna gente decente demuestra que las cosas se pueden hacer mejor. Por eso el cambio está llegando, porque este país no se merece volver al pasado para ser un país de salarios bajos y políticos corruptos, ‘estamos aquí para ganarles, orgullosas y orgullosos de la España que dijo a las viejas élites adiós, no nos representáis, nunca más una España si su gente’. Y entre grandes aplausos pidió no olvidar el pasado, los desahucios, la Gürtel, la Púnica para poder llenar las urnas de ilusión recordando que como decía Gabriel Celaya ‘España en marcha’.
Pablo Bustinduy comenzó el acto contando una historia; ‘una historia que empieza como siempre, con un escalofrío en la espalda, una idea alocada que dice ¿y si después de todo lo que han hecho, y si después de tanto fango, tanto ruido y tanto miedo que han querido instaurar en la gente, y si resulta que podemos, y si resulta que sí se puede? y desde entonces las plazas se quedan pequeñas, porque cuando un pueblo dice basta y se organiza para defender sus derechos no hay quien pare esa fuerza y esa alegría, vamos a ganar estas elecciones. Y al final las lágrimas de Pablo, de Carolina, de la gente de Podemos, de la gente decente y valiente cerraron el acto. Queremos un país contigo, un país conmigo, porque el momento es ahora, el momento de la gente.