
Este fin de semana los círculos hemos salido a las calles para conversar y debatir sobre la Ley 25, a través de mesas en distintos barrios de Madrid , porque queremos un Gobierno de progreso donde las instituciones cuenten con la gente.
Además el pasado jueves 25 de febrero hablamos de la Ley 25 en el Centro Cultural Antonio Machado con más de doscientas vecinas y vecinos, Íñigo Errejón, Irene Montero, Rafa Mayoral, Auxiliadora Honorato, Luis Alegre y Jesús Montero.
Jesús Montero nos dio la bienvenida recordando cómo con esta iniciativa demostramos, una vez más, que tenemos las mejores propuestas para construir un país al servicio de la gente. El objetivo de la Ley 25 es poner sobre la mesa y en la agenda política e institucional lo más urgente; respuestas a las demandas de la población vulnerada por la pobreza pero que mantiene su dignidad, de las mujeres víctimas de la violencia machista y de las personas mayores que tienen que hacer frente a los copagos sanitarios, y hacer cumplir la sentencia del Parlamento Europeo que condena la Ley Hipotecaria que en nuestro país todavía desahucia.
Luis Alegre habló de cómo Madrid es la región más desigual de Europa; alrededor de trescientas mil personas viven con trescientos euros al mes y un millón está por debajo del umbral de la pobreza. Esta situación es incompatible con las libertades de la ciudadanía, ignoradas por las instituciones que ‘meten mano en la caja’, como ejemplo en la Comunidad de Madrid está el caso de la Ciudad de la Justicia. Lo primero que le viene a la cabeza al hablar de esta Ley es ‘la vergüenza de que en pleno siglo XXI haya que exigir el cumplimiento de los Derechos Humanos’. Rafa Mayoral agradeció a las y los asistentes haber sido capaces de ‘ganar los debates importantes de un pueblo que ha perdido el miedo ante una situación de pobreza inaceptable’.. Irene Montero dijo que ‘lo que defendíamos desde la calle, ahora, por suerte, lo podemos defender también desde las instituciones. Pueblo a pueblo y ciudad a ciudad dialogamos sobre esta Ley para recordar que si hay voluntad política está en nuestra mano resolver que se respeten los Derechos Humanos’. Íñigo Errejón dejó claro que ‘la Ley 25 es un símbolo de para qué pensamos que deben servir las instituciones, y su defensa como un proyecto central es lo que entendemos por construir un país’. El mayor problema es que hay un tercio de la población que no tiene la seguridad de saber si va a llegar a fin de mes. Pero ‘hay sitios donde ya todo ha cambiado, los de arriba no han podido cerrar esta oportunidad histórica, sigue abierta y ya nadie, ni el más conservador, cree que España pueda volver a ser lo que era hace tres años’.